No desmayes

No desmayes

¡Levántate!
no pierdas el camino
no andes en obscuridad, ni en arena movediza
no desmayes.
Cuando te sientas abatido,
tus fuerzas veas flaquear y tu alma sangrar,
¡implora al Señor!
confía y abandónate en Él,
aunque aparentemente lo sientas oculto,
como los astros se esconden
cuando nace el sol.
En el silencio está Su presencia,
y en tu fe, el descanso vivificador.
¡Levántate!
No desmayes…
la vida es vaivén de rosas y espinas,
ola del mar,
nave sin control,
es instrumento de Dios.
La vida y la victoria
son del valiente, del fuerte, del tenaz,
del creyente y paciente,
del que se quiere a sí mismo
y comparte amor.
Sigue adelante, no desmayes…
¡No pierdas el camino!