Si no te hubieras ido
¡Si no te hubieras ido…!
tus seres queridos no hubiesen navegado
en olas de tempestad, tormenta y obscuridad
ni hubiesen sus almas caminado en desamparo
en el interminable río de horas,
ni sufrido, ni vivido la angustia de la maldad humana.
Tu mundo y tu fuerza
lo constituían nuestro calor
y los frutos de nuestro amor
y nuestro mundo y nuestra fuerza
eran tu luz y tus ojos serenos,
tu calma y tu alma en paz.
¡Si no te hubieras ido…!
los retoños que sutilmente brotaron,
no hubiesen, por tu ausencia, tropezado
con el dolor penetrante de las espinas de la vida
y hubiesen florecido más libres y alegremente
cual apacible y cristalino manantial.
¡Si no te hubieras ido…!
¡Señor… Tú te lo llevaste,
Sólo Tú, Señor, sabes por qué!